Las Pasadas Mexicanas y la Navidad son épocas para celebrar las fiestas en familia y fortalecer los lazos con nuestros seres queridos. 

Tras entonar la letanía correspondiente, niños y adultos se forman para golpear una piñata de la cual caerán dulces y frutas; los invitados disfrutarán además de ponche y tamales calientes, así como "aguinaldos" que se entregan como parte de las posadas navideñas, que ya son toda una tradición mexicana.

Pero vamos por partes....

¿Cómo surge esta tradición mexicana?

Luego de la llegada de los españoles a la antigua Tenochtitlan, los evangelizadores europeos se encargaron de adaptar esta fiesta como una manifestación de la fe católica. La figura de Huitzilopochtli fue sustituida por la de José y María, mientras que el periodo del 17 al 26 de diciembre fue modificado por el que abarca del 16 al 24 del mismo mes, y en el que actualmente se realizan las posadas navideñas mexicanas. 

El historiador Pablo J. Gómez recuerda que fueron los franciscanos y agustinos quienes trajeron a México las posadas, las pastorelas y la tradición de "arrullar al Niño Dios". Explicó que en 1587, en el pueblo de San Agustín Acolman, al noroeste de la Ciudad de México, se originó la práctica de las posadas cuando el Papa Sixto V le concedió a Diego de Soria el permiso para realizar esta celebración en la Nueva España, costumbre que fue "lentamente aceptada por los indígenas novohispanos, quienes le añadieron el toque mestizo a la tradición".

Para no perder esta tradición mexicana, y tengas una verdadera Posada, debes tener en cuenta sus elementos y significados:

1. Las posadas navideñas se celebran duranyte los neve días antes de Navidad, asea, del 16 al 24 de diciembre. En estas fiestas, se hacen representaciones del peregrinaje de María y José desde su salida de Nazaret hasta la llegada a Belén (se pueden utilizar figuras de los peregrinos de las que se colocan en los nacimientos), acompañadas de cánticos o villancicos navideños para animar el espíritu religioso y provocar emociones de alegría y amistad entre los invitados.

El primer día representa la humildad para convivir con armonía; el segundo es la fortaleza para realizar los deberes diarios; el tercero significa el desprendimiento para rechazar todo deseo que desvíe de la fe cristiana; el cuarto amar al prójimo. La confianza en la misericordia divina y la justicia para obrar con rectitud representan el quinto y sexto día, respectivamente; el séptimo es la pureza para rechazar al Diablo y los dos últimos la alegría para alcanzar el cielo y la generosidad para entregarse al servicio de Dios.

Actualmente, en los hogares mexicanos la celebración inicia cuando los anfitriones representan a los hosteleros y los invitados a los peregrinos, quienes piden alojo al entonar la letanía para pedir posada, que concluye con el famoso estribillo: "Entren santos peregrinos, peregrinos, reciban este rincón. Y aunque es pobre la morada, la morada, os la doy de corazón".

2. Además de estas representaciones, existe el tradicional momento en el que se rompe la piñata de barro y papel china, con sus siete picos de colores, que representan los pecados capitales católicos, emulan ser estrellas colgadas de los techos.

Niños y adultos, con los ojos vendados (fe ciega), se forman para golpearla con un palo que hace referencia a la fortaleza y fuerza de Dios que vence al pecado dando como recompensa las bondades, representadas por la fruta y los dulces (que representa la gracia de Dios).

 

3. Se encienden juegos pirotécnicos, luces de bengala, se rompen los aguinaldos, que son canastitas o bolsitas con dulces típicos como cacahuates, cañas y se canta o pone música, que representan la alegría de compartir y convivencia con familiares y amigos,... todo esto acompañado de un delicioso ponche navideño para aminorar el frío; de ahí la expresión "ya huela a Navidad", a los aromas de esta tradición ponche, comida, fruta.

4. Finalmente, los invitados ademas de beber ponche, champurrado, atole; comen tamales y buñuelos compartiendo alegremente los alimentos con los invitados. Aunque la cena varia de localidad en localidad, lo que en la época actual es motivo de convivencia pero antaño era el festejo por haber vencido al pecado.

Sin bien, las nuevas generaciones han encontrado en las posadas navideñas únicamente cualquier fiesta, para el historiador Pablo J. Gómez "las tradiciones han conseguido sobrevivir a la modernidad y a la gran ciudad".

En la mayor parte del país estas fiestas buscan propiciar un ambiente de unión y alegría, "lo más importante de las posadas es que reúnen al barrio o la comunidad, ya que por el hecho de ser repartidas cada día entre un grupo de familias, entran en competencia amigable y sobre todo en un mayor esplendor de alegría navideña".

 No obstante, aceptó que estas festividades han perdido su finalidad, pues han sido modificadas, y es que, según él, "mucho de lo que fuimos, lo hemos perdido o estamos dejando que se nos escape". 

Esta en nosotros como mexicanos, el transmitir y dar a conocer esta tradición dándole su valor y significado a las nuevas generaciones, para que no lo vean como una fiesta más, pues solo podrán celebrar en armonía y convivencia,... con alegría, aromas, colores, sabores,... con piñatas, fruta y dulces, esta celebración que en ningún otra parte existe.

Así que con peregrinos, velas, letanias, colación, dulces, cacahuates, cañas, tejocotes, naranjas, canastitas o bolsitas, piñata, palo, mecate o soga, ponche o atole y tamales, armas tu posada tradicional mexicana, ahora que ya sabes su origen y significado.

 

Vayan entonando, la letanía para pedir posada  para que la puedas imprimir o la tengas en tu celular.

¡FELICES FIESTAS EN FAMILIA!