Queremos expresar nuestra afinidad y nuestras condolencias, pero tenemos miedo de decir algo incorrecto.

Cuando alguien experimenta la pérdida de un ser querido, la persona puede sentir un dolor abrumador, desorientación y desesperación. A menudo, el mejor apoyo que podemos proveer no son palabras sino de la generosidad de nuestra presencia.

Hágale saber a esa persona que a usted le importa al asistir al funeral, visitar, llamar y ofrecer un abrazo; esto puede demostrarle que no está sola en su dolor. A veces, un toque con la mano y una mirada o un abrazo considerado pueden comunicar muy poderosamente en un servicio funeral o velorio, a la vez que ofrece consuelo. Cuando usted hable, asegúrese de usar palabras que sean genuinas, sabiendo que es mejor evitar ciertos comentarios bien intencionados.

Muchas personas no son conscientes de lo importante que es simplemente estar ahí para un amigo o familiar que está su sufriendo.

Todos nos sentimos incómodos en una situación así, porque queremos decir lo correcto. Y debemos saber que lo correcto es estar ahí, ofreciendo un 'lo siento mucho' y un hombro sobre el que llorar a quien lo necesite.

También se puede mostrar apoyo aunque nos resulte imposible estar físicamente en el funeral o en el velatorio mandando una nota o tarjeta para dar el pésame y acompañar a la otra persona en el sentimiento.

Puedes comprar una tarjeta o escribir algo en un papel. Debes asegurarte de decir que alguien te ha contado lo sucedido y que estás pensando en ellos.

Es buena idea mencionar algo que admirábamos de la persona fallecida, algo especial o una experiencia que hubierais compartido. Procura ser breve, agradable y sincero.

Resulta efectivo ser sincero cuando no sepamos qué decir. La frase "No tengo palabras para expresar cuánto lo siento" es una buena opción. Hay situaciones en las que de verdad no sabemos qué decir, por lo que podemos ser transparentes y sinceros al respecto.

Si alguien escribe algo en las redes, significa que están receptivos para recibir mensajes. Es mejor esperar a que la familia publique algo primero.

OFRECER APOYO Y COMPAÑÍA GENUINA

En lugar de tratar de que se le ocurra algo correcto para decir en un funeral, muchas veces un simple "lo siento", "te quiero", o "estoy aquí para ti" es el mejor pésame que podemos ofrecer.

COMPARTE RECUERDOS Y DÍ EL NOMBRE DE LA PERSONA QUE HA FALLECIDO

Para una persona en duelo, escuchar historias y compartir recuerdos de su ser querido puede ayudar a obtener consuelo y ayudar en el proceso de sanación. Escuchar específicamente el nombre de la persona que ha perdido puede ser reconfortante, y puede fomentar la sanación al traer de vuelta por un momento a la persona perdida al mundo real.

RECUERDA QUE TU APOYO IMPORTA

Puede ser muy útil para una persona afligida saber que no está sola, tanto en los días inmediatamente posteriores a una muerte, como en los meses y años futuros. Ofrezca su solidaridad con su presencia, firmando el libro de visitas, enviando una tarjeta, haciendo una llamada y dejando condolencias en un obituario online. También puede mostrar su consideración a través de acciones. Comprar o preparar comida, hacer las tareas domésticas o ayudando a organizar las facturas o pagos.

SÉ CONSIENTE DE LO QUE NO DEBES HACER

Algo que se debe evitar es preguntar "¿Qué tal estás?", En lugar de eso, podemos decir "Sé que ha sido un año muy duro para ti, he pensado mucho en ti" o "Siento mucho tu pérdida". También es recomendable evitar decirle a la persona que su ser querido está "en un lugar mejor": Seguramente esa persona prefiere que su ser querido esté presente ahora mismo. Decir eso no ayuda tanto como se suele creer.

NO DIGAS "ENTIENDO" NI COMPARES LAS PÉRDIDAS

Incluso si haz pasado por una pérdida similar, es mejor no mencionarlo. El proceso de duelo es extremadamente personal, y cada individuo lo experimenta de manera diferente. Lo mejor que puede hacer es centrarse en el dolor de los afligidos, y prestar su sentida simpatía y pésame sin traer sus propias experiencias a la conversación.

NO COMIENCES UNA FRASE CON "BUENO, AL MENOS..."

 Aunque podríamos estar tentados a decir algo como "Bueno, al menos todavía tienes a tus otros dos hijos", o "Al menos la muerte no fue repentina", recuerda que es probable que esta pérdida sea intensamente dolorosa sin importar las circunstancias. Tratar de restarle intensidad es menospreciar el significado de la pérdida, y eso puede ser hiriente y mal recibido.

EVITA OFRECER CLICHES SIMPLES Y CIERTAS CONDOLENCIAS RELIGIOSAS

Aunque puedas compartir creencias similares, es mejor evitar ofrecer condolencias como "Todo sucede por una razón" o "Está en un mejor lugar". Estas soluciones sencillas a veces pueden parecer triviales cuando la persona se enfrenta a un dolor de tal magnitud y podría estar lidiando con la ira generada por la pérdida.

HAY ALGUNAS PALABRAS QUE ES MEJOR NO DECIR.

Para algunas personas puede ser incómodo asistir a un funeral, y a veces es fácil sentirse nervioso y dar la impresión de frialdad cuando nuestras palabras tienen la intención de ser compasivas y comprensivas. Es difícil saber qué decir en un funeral o los días y meses futuros. En última instancia, ofrecer su solidaridad y apoyo genuino durante un momento tan difícil es lo que más importa. 

Hazles saber que no los ha olvidado, y se una presencia en la que puedan apoyarse en momentos de dolor, dificultad y confusión. Considera los momentos en los que tu haz sufrido una pérdida o dolor, y piensa en lo que otros dijeron y que tu realmente agradeciste. Esta reflexión puede ayudarle a consolar a aquellos que ahora pasan por una pérdida.  

A muy corta edad la muerte rondaba en mi familia, mis hermanos, mis tíos y abuelo en solo 1 año,...Pero era yo tan pequeña, tan niña que me limitaba a ser solo espectador de ver caras tristes, personas rezando o llorando, de luto, de negro, serias, sin tener realmente el sentir de una perdida o derramar una lagrima.

Fue hasta en la adolescencia en donde sentí de verdad una perdida que me causo mucha tristeza y dolor, de un ser querido, muy querido. De una tía que me adopto como hija con su ternura, palabras, cariños y hermosa mirada materna que recuerdo cada vez que como algo sabor manzana canela como sus pasteles mientras platicábamos y reíamos al cocinar... Fue cuando supe en verdad lo que era perder ser un ser querido cuando sentí el dolor de no volver a tenerla conmigo, de no volver a ver a mi tía Yola.

Todas las siguientes perdidas, tan de no creerse como la de mi suegro; de personas de edad como mi abuelito Nacho, de mi Chamaca, mi abuelita Cuca o de la Sra. Tere,...  O de seres queridos, papá o mamá de personas que han estado por años en mi corazón y de quienes me vieron crecer, quienes me brindaron abrazos, cariños o consejos, no son menos importantes y si muy sentida su perdida, mas aún cuando no pude estar físicamente despidiéndolos de la mano o al lado de mi gente  (Kilie, Hilda, Pato, Rosaura, Jorge, Luis,...)

En tiempos de pandémia, conocidos, amistades de la familia de muchos años que no la libraron...

Y en este mes de agosto, un muy estimado amigo; un Maestro en muchos ámbitos, desde el arte hasta en su manera tranquila y feliz de vivir; que padeció y se fue rápido, quizá al terminar su misión en esta vida cerrando ciclos en su preciso momento.

Y uno se queda aquí por asuntos por terminar y misiones por cumplir todavía.

Es complicado y difícil explicar cuánto lo siento. Me queda solo enviarles abrazos de luz.

Mi admiración para tí Tocayita querida, ejemplo de Fe, Esperanza, Fortaleza y ahora guía de tu hijo.

Para ustedes todo mi amor y respetos en estos momentos tan difíciles de vivir...

Siempre fuertes, siempre de pie y con Fé de seguir adelante, un ejemplo a seguir; mucho que aprender de que a pesar de todo son una familia unida, noble, respetable y llena de amor.

Dios los siga bendiciendo.

¡Cariños!... Como decía Nestor.