"Porteadores!!!", una y otra vez el grito que se escucha para que los turistas que realizan el Camino Inca respeten el paso del porteador haciendo un espacio suficiente para que pasen sin contratiempos. 

El Camino Inca en Perú, es un trayecto de alrededor de 42 kms rumbo a Machu Picchu, recorriendo alturas desde los 3,000 hasta los 4,250 metros de altura. 

Los "porteadores" son trabajadores de la tierra, habitantes de los alrededores de diferentes regiones del Camino Inca, que ven esta oportunidad turística para tener mayores ingresos y poder proveer de lo necesario a sus familias que en muchas ocasiones suelen ser numerosas.

Por cada turista es necesario un porteador, su principal tarea y reflejo de ese "heroísmo" es mantener al turista cómodo, y bien atendido. Entienden cada viaje como una oportunidad de ofrecer el mejor servicio y buscar una buena propina. En caso de no recibir lo esperado, se esmeran para que la siguiente ocasión sea mejor. 

El porteador recorre el mismo camino, con la única diferencia que cargan tres veces más que un turista, llevando carpas, tiendas de campañas, utensilios, comida, y lo necesario para los días que dure el camino. El promedio que lleva un turista es de 10, 12 hasta 15 kg, mientras que el porteador lleva en su espalda hasta 30 kg.

No llevan ningún tipo de ropa especial para el frío o el calor, no cuenta con zapatos o botas especiales, varios con tenis o en sandalias, ropa común. Es un trabajo heroico de gran esfuerzo. 

Durante el camino se ve en una sección de descanso a "Wilfredo" padre de dos hijos y uno en camino. ¿Cuanto pesa? - señalando la carga en su espalda --. Con buen español responde -- 30Kgs --; su lengua oficial es el "quechúa", lengua de la comunidad Inca, que después de tantos años se ha preservado de generación en generación. 

--¿Porqué lo haces?-- La tierra no alcanza, es necesario buscar nuevos ingresos para alimentar a nuestras familias y por eso trabajamos desde hace muchos años en el Camino Inca

--¿Cuánto ganas? -- En promedio por dia 70 soles --, equivalente a 400 pesos mexicanos .

Durante el camino es fácil identificar porteadores de todos los perfiles, desde jóvenes que están empezando hasta aquéllos que llevan casi 10 años o más en este negocio. Generaciones desde los 20 hasta los 60 años de edad. 

Por lo mañana muy temprano y con el frío aun presente se escuchan risas, diferentes pláticas en su lengua y nuevamente risas. Un ambiente alegre entre los porteadores. 

Despiertan al turista con un "te de coca", y un muy "buenos días"... efectivo para la altura, la digestión, y el buen ánimo. 

"Nicolás" es el cocinero, con habilidades que cualquier chef pudiera presumir en algún restaurante prestigiado de la ciudad. Le gusta cocinar, le gusta consentir a sus "clientes", un hotcake con una figura de cajeta no está de más. 

Una vez terminado el desayuno alistan las carpas, tiendas de campaña, realizan limpieza y todo lo necesario para emprender el camino al siguiente punto de reunión donde los turistas disfrutarán la comida. 

El paso no es lento, no importando la edad, el ritmo del porteador se basa en su experiencia, mucho más rápido que cualquier turista. Entre paso y paso no hay duda, paso firme y seguro que evitaría una tragedia con una carga en promedio de 20 a 30 kgs. 

La rutina vuelva después de la comida para el siguiente punto de reunión y pasar la noche. Al siguiente día todo vuelve a empezar. 

Al final del camino entre los participantes nos surge la pregunta "¿Lo volverías a hacer?,.... la mayoría en ese momento contestamos que --NO-- (en mayúsculas).

La altura, el esfuerzo físico, varios sacrificios te ponen a prueba. 

Para el porteador es una medio de ingreso, una forma de vida y supervivencia para ellos y sus familias. En promedio recorren de 2 a 3 veces por mes el Camino Inca, y muchos de ellos dedicando años a esta forma de trabajo.