Reuters.- Hace tres meses, México luchaba por asegurarse un suministro de vacunas suficiente para combatir el Covid-19 entre sus 126 millones de habitantes.

Está equipada con una bañera herrumbrada que él utiliza como inodoro, algunas bancas y una paca de heno que le sirve de cama.

Petrovic proviene del poblado vecino de Pirot, donde trabajó como peón en el mercado negro, como lo hizo en el exterior durante algún tiempo. Se casó varias veces, en un estilo de vida que considera “frenético”.

Este amante de la naturaleza gradualmente descubrió que aislarse de la sociedad le brindaba una libertad que no conocía antes.

Hoy, sin embargo, tiene un reto diferente: convencer a sus jóvenes de vacunarse justo cuando la variante Delta se extiende por gran parte del país, aumentando las hospitalizaciones entre esa porción de la población, la más numerosa.

A diferencia de Estados Unidos o Europa, en México no existe un movimiento antivacunas importante. Pero la difusión de información falsa sobre las inyecciones contra el Covid-19 en Twitter, Instagram, Telegram y Facebook hace mella, junto con una sensación de invencibilidad entre los jóvenes.

Sus visitas a la ciudad se han vuelto más frecuentes últimamente.

Después de que los lobos mataron a algunos de los animales que tenía cerca de la caverna, Petrovic decidió trasladarlos a una choza que levantó en las afueras del pueblo donde cree que estarán a salvo.

Tenía varias cabras, gallinas, unos 30 perros y gatos y su favorita, una jabalí adulta llamada Mara.

Cuando Petrovic la encontró hace ocho años era una cerdita atrapada en los arbustos, y la cuidó hasta que se recuperó.

Ahora, la intimidante creatura de 200 kilos juega en la quebrada y come manzanas de la mano de Petrovic.

“Ella es todo para mí, la amo y ella me escucha. No hay dinero que pueda comprar algo así, una verdadera mascota”, comentó.

También tiene tres gatitos huérfanos y ahora los alimenta con una jeringa.

Petrovic recibe asistencia social, pero también depende de donaciones de alimentos y suministros para los animales.

Aunque no hay información precisa sobre cuántos mexicanos no quieren vacunarse contra el Covid-19 o cuántos participan en grupos antivacunas, algunas encuestas ayudan a dimensionar.

Un sondeo de la firma local Consulta Mitofsky reveló que a fines de julio el 7.2% de los entrevistados no quería vacunarse en México frente al 2.9% de principios de mes. Un estudio global de Facebook y la Universidad de Maryland concluyó que el 11.4% de los mexicanos no se vacunaría.

no escoge, vendrá aquí también, a mi caverna

.