Confieso que no soy muy, muy adepto a las redes sociales, de hecho mi celular desde hace 3 años evolucionó de uno de los que vienen en las cajas de cereal a uno "inteligente", más por presión social y laboral que por decisión. 

Erróneamente me resistía a involucrarme al mundo de los likes, el compartir y claro el "stalkeo". Si!!, me encantaba ser un ermitaño digital y objeto de bullying laboral. 

Erróneo porque de una manera adecuada tiene un sin fin de posibilidades para aprender, relacionarte, conocer, apoyar, divertirte, expandir y en lo laboral o profesional una herramienta muy importante para los negocios.

Crítico y en ocasiones muy severo de los demás por el uso de las redes sociales, prejuicios poco sustentados que me hacían pensar que es una pérdida de tiempo, la búsqueda egoísta por satisfacer nuestro ego y quien sabe que más. Todo era blanco o negro, bueno o malo. Y la realidad no es así, existen muchos matices y podemos aprender a tolerar y comprender que algunos serán posiblemente prisioneros pero la mayoría inteligentes usando sus dispositivos inteligentes. Y sí!!, totalmente de acuerdo que también funciona para hacer y deshacer, pasar el tiempo, entretenerse, decir tonterias, ...no todo es seriedad.

Pero bueno, el fin de semana incumplí terriblemente la regla antes de salir de casa y más si era por más de 1 día: (fuente StandUp)

1. ¿Traes las llaves?, no importa, alguien me abrirá o el vecino me ayuda o me salto por la ventana o pido asilo con alguien más. 

2. ¿Traes dinero?, no importa, alguien me presta y luego le pago.

3. ¿Traes el celular?, no!!!!, no hay excusa, kilómetros, casetas recorridas, relaciones rotas, fila en el aeropuerto que justifique el no regresarte por tu celular, no es posible. 

Finalmente ante la poca posibilidad de regresarte, aceptas la realidad.

 

El nivel de sufrimiento será directamente proporcional al nivel de apego/adicción que tengas con tu amigo dispositivo.

Pero obviamente no sin antes pasar por las fases de duelo: negación (en qué estaba pensando, no, esto no puede estar pasando), ira (cualquier grosería es válida), negociación (préstame tu celular aunque sea android), depresión (ya valí, que buen fin de semana) y aceptación (1 hora antes de llegar a tu casa de regreso). 

Al no ser muy apegado, el duelo no fue complicado pero surgen comportamientos interesantes: 

+ FOMO: Fear of Missing Out, (el miedo de perderte algo). El sentirte ausente, que no eres parte de algo que está pasando, de expresar tu opinión o un like. La incomodidad de sentir que no sabes que pasa. 

+ Liberación del Sentimiento de Alerta: vivimos con una constante atención a alguna alerta en nuestro celular, el nivel de urgencia en muchos casos es muy alto, a veces no importa si es de madrugada, si interrumpió nuestro sueño, si venimos conduciendo, si estamos en alguna junta de trabajo, si estamos conviviendo con nuestra familia, pareja. Como algunos lo llaman "la enfermedad del celular", esa sensación de que sientes que vibra en tu bolsillo.

+ Una buena charla: mirando a las personas, las conversaciones ahora son muy diferentes, antes podíamos llegar con una primicia, un tema interesante, y porque no un chisme. Ahora tienen un reto mayor, ya que todo lo hemos visto, leido y en tiempo real.  Las conversaciones se vuelven un debate que pueden ser todavía mucho más interesantes. Pero al estar desconectado tu puedes ser el que escucha, el que aprende,.. no está tan mál. 

+ Sin falsa salida: recordando la habilidad de platicar, nuestro dispositivo se ha convertido en la salida más sencilla para evitar el famoso "silencio incómodo", la primera reacción es tomar el celular y darle una ojeada a nuestros timelines. Positivamente podríamos pensar que es una buena herramienta para continuar con la conversación, pero en muchos de los casos nos envuelve y nos perdemos.  

+ ¿Estuve aquí?: hace poco apareció la foto de una señora de edad disfrutando libremente de un evento, mientras toda la gente que la rodeaba usaba el celular para capturar el momento. Sin cuestionar porque tomamos la foto o el video, porque todos lo hacemos, más bien esa envidiable sensación de libertad de simple "disfrutarlo". 


Aceptemos que en algún momento vale vivir la experiencia ya sea consciente o inconsciente, incluso para hacer un post como este, compartirlo en facebook, y las demás redes sociales...:D

Creo que vale la pena dejar un momento el celular y volver a conversar cara a cara, todo tiene su tiempo y su espacio.