Las calaveras literarias son palabras populares en forma de rimas escritas de manera chusca, divertidas, satíricas y críticas donde se hace referencia a alguna cualidad o defecto de un personaje o de asuntos de interés general o que están de moda, irreverentemente y con una escritura ligera.

Comenzó para burlarse de la propia muerte, pero después se amplió a políticos, funcionarios y otros personajes públicos. Son especialmente frecuentes y valoradas en México formando parte importante de la tradición de Día de Muertos.

HISTORIA

Por si no sabías; antiguamente conocidos como panteones, estos versos nacieron en el siglo XIX a modo de epitafio burlesco y como modo de expresar ideas o sentimientos que en otras oportunidades sería difícil decir.

Fueron frecuentemente censurados o destruidos ya que por lo dicho anteriormente, también servían como medio para expresar descontento con los políticos de la época. 

 

Los dibujos que suelen acompañar los versos son conocidos con el nombre de La Catrina o Calavera Garbancera, figura creada por José Guadalupe Posada y bautizada por el muralista Diego Rivera.

Las primeras calaveras impresas fueron publicadas en 1849, en el periódico El Socialista, de Guadalajara.


Entre las composiciones populares más originales de los mexicanos figuran las "Calaveras", escritas en versos de métrica y rima libres en "honor" de alguna persona o de muertos célebres, y que se elaboran, por tradición, en el mes de noviembre, durante la fiesta de los difuntos. 


CARACTERIATICAS

* Deben ser versos irreverentes, escritos a modo de epitafios, retratando a las personas como si estuvieran muertas.

* Se debe utilizar para canalizar sentimientos que en otro contexto sería difícil expresar.

* Debe acompañarse de dibujos de calaveras.

Gerardo Murillo, —cuyo alias es Dr. Atl— en su libro Las artes populares en México describe la calavera como de «intención aguda, eminentemente popular, que tiene su fuerza y su eficacia en el arte de decir».



A modo de ejemplo de su uso puede citarse la calavera escrita por José Guadalupe Posada, llamada Revumbio de Calaveras:

Quien quiera gozar de veras

y divertirse un ratón,

venga con las calaveras

a gozar en el panteón.

Literatos distinguidos

en la hediondez encontré

en gusanos confundidos,

sin ellos saber porqué.

Y en gran tropel apiñados

Los vendedores corrían

contentos y entusiasmados

por el negocio que hacían.

Cereros de sacristía

que roban la cera al rato,

que con mucha sangre fría

se echan el sufragio al plato.

Actualmente, para conservar esta tradición, se realizan concursos y se les deja de tarea a los niños hacer una en sus escuelas.

Un buen ejercicio de creatividad para acompañar esta temporada conservando nuestras tradiciones es hacer una Calavera entre amigos o familiares. Además de ser una divertida actividad, te sorprenderás de ver la creatividad literaria que todos, aunque en diferente medida, tenemos.