El amor, la abstracción más tangible de todas, es una fuerza que termina influyendo en una porción significativa de las decisiones que tomamos en la vida.

Su presencia genera una cantidad indomable de causas y efectos a lo largo de nuestro camino. Tal vez, sólo por eso, sería bueno dedicarle algo de reflexión y tratar de entender cómo es que se manifiesta en nuestras vidas y cuáles son sus distintas frecuencias.

Es fundamental entender que el amor pulsa en distintas frecuencias que aunque en algunos episodios de nuestras vidas podrían llegar a confundirse en realidad son, aunque en esencia similares, puntualmente distintas. Y para esto, un buen comienzo es familiarizarnos con los 4 tipos de amor que definieron los griegos.

En temas de amor, los griegos fueron los expertos, y en una especie de experimento dentro de su propia cultura lograron asignar diversas definiciones con la finalidad de aclarar algunas de las formas en las que manifestamos el amor.

Los griegos escribían las mejores historias, tragedias y comedias que reflejaban el sentir de una sociedad que sentó las bases no sólo de la ciencia y la filosofía, también de los sentimientos. Una cultura en la cual el amor era mucho más parecido a lo que pasa en nuestros días de lo que podríamos pensar.

Una obsesión o una terrible pasión o el sentimiento más tierno pueden ser los matices del amor, y en ese tema los griegos eran unos expertos, y debido a que estaban acostumbrados a filosofar y pensar cada paso que daban, también se encargaron de clasifica al amor y lo que podemos sentir cuando amamos. Más allá de que algunas propuestas les han añadido otros tres tipos de amor, empezaremos con los cuatro ejes principales que son más que suficientes para dibujar una cartografía amorosa sobre nuestro acervo amoroso-experiencial. 

La palabra amor no es compleja por naturaleza; todo se resume en un sentimiento de afecto, interés, afinidad y atracción hacia algo o alguien. Considero que la verdadera complicación se encuentra en las múltiples formas de aplicar la palabra: en el contexto y en el mensaje, la manera en la que la escribimos en una canción o en el deseo impulsivo de poseer o ser poseídos.

Te sugiero que pongas atención a las particularidades de cada tipo de amor y que procures aplicarlo a tu propio panorama, es decir, tratar de entender cuáles de tus relaciones amorosas ya sea de parejas, amigos, familia, árboles o el universo,... Se ubican en cada una de las cuatro porciones, asumiendo que habrá algunas combinaciones:

EROS 

La mitología griega consideraba a Eros como el Dios del amor, sin embargo, éste solo representaba la parte carnal del asunto; el deseo y la atracción sexual. Representaba el amor erótico, el que se manifiesta al principio de una relación, en donde la pasión y la curiosidad juegan un papel importante. Este tipo de amor  es fugaz, determina el inicio de una aventura que, después podría convertirse en algo más profundo, pero mientras eso sucede, eros se limita al amor condicionado y a una forma idealizada del mismo, guiada por la pasión y el impulso del deseo carnal.

Un amor intenso, carnal y generalmente efímero. Algo tiene que ver con la idealización del momento, detonada por la pasión y el impulso del deseo carnal. El eros es en esencia sexual. Es el motor básico del sexo casual y las infidelidades. Bien canalizado , lo cual es muy difícil de lograr, puede conllevar bondades místicas y espirituales.

Este estilo se experimenta como amor romántico, el típico amor de cuento. La belleza física es importante para este estilo. La atracción es intensa e inmediata, y el amante Eros siente una necesidad de profundizar en la relación emocional y físicamente.

STORGÉ

Conocido también como amor fraternal. La palabra lealtad rige este tipo de afecto, lo desarrollamos hacia nuestra familia, compañeros y amigos. Bajo esta definición se dan las relaciones en las que el compromiso es fundamental, incluso podemos sentirlo hacia alguna mascota o cualquier cosa que despierte el deseo de cuidarnos mutuamente. Los griegos aseguraban que el afecto o amor storgé se da lentamente, que es necesario tener un conocimiento amplio de la persona para poder definirlo como tal.

Un amor fraternal, comprometido y duradero. Generalmente se cultiva a lo largo del tiempo y en muchos casos implica una relación filial o una coincidencia añeja con alguien más. Hasta cierto punto es el epítome de la relación empática, un sentimiento protector y que detona la lealtad. 

Tienden a ser estables y comprometidos en sus relaciones. Valoran el compañerismo, la cercanía y la confianza psicológica. Para estas personas, las relaciones de amor a veces a veces pueden crecer fuera de las amistades. Este estilo es el amor perdurable.

PHILIA

Término griego para referirse al amor fraterno, incluyendo amistad y afecto. Este es el concepto que resalta el lado más profundo de la palabra, según la definición, refiere a un amor incondicional y reflexivo, en el que la prioridad siempre es el bienestar del ser amado. Esta definición le da un tono un poco religioso al amor, ya que lo podemos asociar con la filosofía cristiana sobre la divinidad y la devoción.

La palabra es hermandad, la intención de este amor es promover el bien común y la cooperación de otros seres humanos. Tiene mucho que ver con la psicología social y la manera en que interactuamos en un ambiente determinado. La solidaridad juega un papel importante pues podríamos compararlo con el término que Aristóteles le adjudicaba a la amistad.

Solidaridad, hermandad y amor por el prójimo son algunas de las premisas fundamentales de este tipo de amor. Es la máxima expresión amorosa frente a la otredad en general, y con frecuencia la philia sirve como motor para que un individuo busque el bien común (desdoblándose en aspectos como el respeto, la gentileza y la cooperación).

ÁGAPE

Su palabra es ‘hermandad’. La intención de este tipo de amor es promover el bien común y la cooperación con otros seres humanos durante la convivencia. Tiene mucho más que ver con la psicología social y el cómo interactuamos con otras personas dentro de un ambiente determinado. La solidaridad juega un papel importante en este tipo de afecto, incluso,  podríamos compararlo con el término que Aristóteles le adjudicaba a la amistad. Este tipo de amor es el que nos mueve a ser amables con los otros y a trabajar en equipo.

Se refiere a la frecuencia más profunda del amor. Su vehículo es la pureza, la incondicionalidad e incluso la devoción. Esta forma de amor es universal, como el amor por una deidad, por la naturaleza o por la humanidad completa. El profesar este tipo de amor suele enriquecer a la persona y quizá sea parte de la esencia misma del ser humano –aunque a veces quede sepultada.  

Esto es en gran parte un amor desinteresado e incondicional. Una pareja ágape te ama tal y como eres. Pero también prestan especial atención a los actos de atención y amabilidad que reciben de vuelta de sus parejas. Puesto que estos individuos están dispuestos a aceptar, suelen tener niveles muy altos de satisfacción en su relación.

OTROS TIPOS DE AMOR...

Estos otros tipos que se manejan, han existido siempre, sin embargo no los clasificaron los griegos

LUDOS

Las personas con un estilo de vida lúdico, toman el amor como un juego al que están jugando para ganar. A menudo, puede ser un juego multijugador. Los individuos ludus se sienten cómodos con el engaño y la manipulación en sus relaciones. No tienden a comprometerse con facilidad y son a menudo distantes emocionalmente.

Dado que los individuos ludus se centran más en el corto plazo, tienden a dar mayor importancia a las características físicas de su compañero que otros estilos de amor. También son más propensos a participar en conexiones sexuales.

PRAGMA

La lógica se utiliza para determinar la compatibilidad y la perspectiva de futuro. Esto no quiere decir que estas personas utilicen un enfoque lógico en sus relaciones, sino que le dan gran importancia a si una potencial pareja  es la adecuada para satisfacer sus necesidades.

Estas necesidades pueden ser de tipo social o económico. Los pragmáticos podrían preguntarse si su pareja sería aceptada por su familia y amigos, o si está bien económicamente. También sueles evaluar actividades emocional, como por ejemplo, si sería capaz de mantener la calma en situaciones de estrés.

PHILAUTIA

El amor propio o philautía como lo denominaban los antiguos griegos, es el misterio que anima todas las cosas, de ahí que sea fundamental en la consolidación del bienestar físico, mental, emocional y espiritual de los seres humanos, pues implica conocerse a uno mismo, aceptarse tal y como es, con virtudes y defectos; es una conversación íntima para entrar en contacto con los miedos más profundos, pero también con los dones y talentos innatos que poseemos.

Al hablar del amor usualmente nos descentramos de nosotros mismos y nos centramos en la pareja, los hijos y la familia, pero ¿cuándo fue la última vez que empezaste por ti? El amor es uno de los elementos que brinda un sentido, propósito y valor a la vida, es decir, la calidad de amor que brindamos a los demás es proporcional al amor que sentimos por nosotros mismos. Ahora bien, ¿qué tanto te amas?

Algunas maneras de fortalecer esta sutil pero poderosa fuerza llamada amor propio: Permanece en contacto con la realidad; Actúa en función de tus necesidades y no de tus deseos; Cuida de ti mismo; Establece límites; Perdónate a ti mismo; Vive con un propósito y Ten Independencia emocional.... Uff! esto es un tema tan extenso, como para una nota aparte. jijiji

MANIA

Esto se refiere a un estilo de  amor obsesivo. Estos individuos tienden a ser emocionalmente dependientes y necesitan tener la certeza constante en una relación. Una persona con este estilo de amor es probable que experimente picos y valles de alegría y tristeza, dependiendo del grado en el que su pareja pueda acomodar sus necesidades. Debido al sentimiento de posesión asociado a este estilo, los celos pueden ser un problema para estas personas.

Es importante tomar en cuenta que si bien el sentimiento de AMOR tiene TODA una gama de colores, tipos o intensidades, es muy diferente el estar enamorado, el amar a alguien y el quererlo, tal y como se describe en el siguiente texto que te comparto...

LA DIFERENCIA ENTRE QUERER Y AMAR

-Te amo” - dijo el Principito…

-“Yo también te quiero” - dijo la rosa.

-“No es lo mismo” - respondió él…

"Querer es tomar posesión de algo, de alguien. Es buscar en los demás eso que llena las expectativas personales de afecto, de compañía…Querer es hacer nuestro lo que no nos pertenece, es adueñarnos o desear algo para completarnos, porque en algún punto nos reconocemos carentes.

Querer es esperar, es apegarse a las cosas y a las personas desde nuestras necesidades. Entonces, cuando no tenemos reciprocidad hay sufrimiento. Cuando el “bien” querido no nos corresponde, nos sentimos frustrados y decepcionados.

Si quiero a alguien, tengo expectativas, espero algo. Si la otra persona no me da lo que espero, sufro. El problema es que hay una mayor probabilidad de que la otra persona tenga otras motivaciones, pues todos somos muy diferentes. Cada ser humano es un universo. Amar es desear lo mejor para el otro, aún cuando tenga motivaciones muy distintas. Amar es permitir que seas feliz, aún cuando tu camino sea diferente al mío. Es un sentimiento desinteresado que nace en un donarse, es darse por completo desde el corazón. Por esto, el amor nunca será causa de sufrimiento.

Cuando una persona dice que ha sufrido por amor, en realidad ha sufrido por querer, no por amar. Se sufre por apegos. Si realmente se ama, no puede sufrir, pues nada ha esperado del otro.

Cuando amamos nos entregamos sin pedir nada a cambio, por el simple y puro placer de dar. Pero es cierto también que esta entrega, este darse, desinteresado, solo se da en el conocimiento. Solo podemos amar lo que conocemos, porque amar implica tirarse al vacío, confiar la vida y el alma. Y el alma no se indemniza. Y conocerse es justamente saber de vos, de tus alegrías, de tu paz, pero también de tus enojos, de tus luchas, de tu error. Porque el amor trasciende el enojo, la lucha, el error y no es solo para momentos de alegría.

Amar es la confianza plena de que pase lo que pase vas a estar, no porque me debas nada, no con posesión egoísta, sino estar, en silenciosa compañía. Amar es saber que no te cambia el tiempo, ni las tempestades, ni mis inviernos.

Amar es darte un lugar en mi corazón para que te quedes como padre, madre, hermano, hijo, amigo y saber que en el tuyo hay un lugar para mí.

Dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta. La manera de devolver tanto amor, es abrir el corazón y dejarse amar.”

-“Ya entendí” - dijo la rosa.

-” No lo entiendas, vívelo” -dijo el principito.

ANTOINE DE SAINT-EXUPÉRY

El Principito

Después de este brebaje cultural, queda claro que actualmente hay muchos términos que asemejan la idea que los griegos tenían sobre el amor en sus diferentes facetas. Sin duda, sigue siendo un sentimiento lleno de matices difícil de y difícil de categorizar.

Fuentes: rolloid, deleu, de10, pijamasurf entre otras que hay en internet...