De lejos, las Perseidas parecen una lluvia de estrellas que atraviesa el firmamento, pero en realidad se trata de pedazos del cometa Swift-Tuttle que cada 133 años completa un viaje a través de un circuito conformado por Mercurio, la Tierra, Marte y Venus conocido como el Sistema Solar Interno.

Estas partículas, al chocar con la atmósfera terrestre, dejan una estela de luz que puede verse desde nuestras ciudades desde el 16 de julio hasta el 24 de agosto; sin embargo, su actividad más importante se registró la noche del 12 de agosto.