Es domingo 13 de diciembre, son alrededor de las 12 del medio día, el sol pega de frente, se escucha una multitud de gritos de aliento, “¡¡Ánimo!!”, “¡¡¡Ya llegaste!!”, “Dale el último jalón”, “¡¡Ve por tu medalla!!”, me hablan por mi nombre, “¡¡Vamos Carlos!!!”, me pregunto cómo lo saben si no los conozco, claro!, lo tengo impreso en mi número de corredor, me faltan 100 metros, parece un sueño,  veo la meta al fondo, parece cerca pero todo pasa tan lento, no siento nada, me duelen las piernas al grado de no sentirlas. Este momento lo visualice en mi mente tantas veces antes que dudaba si en realidad estaba pasando, en verdad estoy llegando!!, y de momento no quería llegar, quería disfrutar cada paso que faltaba, veo a mi familia en la tribuna, no aguanto el sentimiento, aguanta, aguanta, tienes que salir bien en la foto, que me importa, no seré el único en llorar, o si?, mejor prepárate, ponte firme, saca el pecho y alza los brazos, disfruta ese pequeño instante, ese paso final para estar del otro lado, ya acabo!, lo lograste!, si se pudo, se terminó el reto, se venció a lo que en un inicio me parecía imposible, y bien que valió la pena, de las mejores experiencias de mi vida.

Siempre pensé que correr el maratón me llevaría mucho tiempo y de inicio se me hacía imposible, mi experiencia era sólo de carreras de 10k y una que otra de 21k donde terminaba realmente muerto de cansancio.

Mi mente no se convencía que era posible realizar la carrera larga de 42 kms siendo que mis experiencias de medio maratón eran muy desgastantes para poder hacer el doble de esfuerzo, pensaba que eso era para deportistas que llevaban mucho tiempo.

El año pasado me tocó ver el final del maratón en sus últimos kilómetros ya donde iban llegando los últimos participantes, caras de sufrimiento, de real dolor, de un agotamiento al grado de las lágrimas en varios de ellos, algunos cojeaban,arrastraban la pierna, y me preguntaba el porqué de seguir, porque no se detienen y ya, pero ahora lo entiendo. Y por más que lo explique es difícil que se entienda, es claro que es un sentimiento de logro, de éxito, pero esto necesita sentirse y es muy particular en cada persona.

El reto empezó a mitad del año pasado, en ese impulso de querer probarte, de saber si serás capaz o no, incluso lo haces sin pensar, lo voy a hacer y ya, el cómo será resuelto poco a poco. Este proceso de 5 meses fue de mucho aprendizaje, de romper prejuicios, de ganar confianza, de resolver dificultades, de encontrar motivación en el camino, de romper la rutina, de leer mucho, de visualizar, de generar un método y un proceso que llevara completar el reto.

Les comparto lo que pude aprender y con lo que me quedo:

1) Los amaneceres son tan hermosos como los atardeceres.


Es común a los corredores en entrenamiento ganarle a la salida del sol y te encuentras muchos paisajes increíbles.

2) La mente es la que manda, pero al cuerpo es una máquina increíble

Por ahí dicen que cada sesión de entrenamiento estas enseñado a tu mente para que aprenda a aceptar el dolor, alargar la aparición del cansancio, sacar fuerza de donde quede, pero el cuerpo es algo tan extraordinario que muchas veces vivimos subutilizándo su poder y sobre todo tenemos hábitos que sólo lo que hacen es degradarlo

3) El correr NO daña tus rodillas, al contrario!


Claro si tienes una lesión previa se puede agravar, pero si no sufres de algo lo que hace es fortalecer tus músculos alrededor de la rodilla lo que permite un menor impacto y una mejor movilidad. PEEEEERO es importante aprender varias técnicas de cómo correr, como ejercitarse, cómo entrenar, qué tenis usar porque de lo contrario si sufrirás una lesión.

4) Para correr no basta ponerte unos tenis y salir a la calle


Al inicio pensaba que no tenías que invertir mucho para hacer este deporte. En las carreras largas, de más de 10K, aquello que haces mal, el cuerpo te lo reclama.Es necesario evaluar los tenis que vas a usar dependiendo del tipo de pisada,del tipo de carrera, y de tu complexión (altura y peso), el no hacerlo te puede provocar lesiones en espalda, rodilla, cadera.

5) El salirte de tu estado de confort duele!, pero bien vale mucho la pena


Para dar el paso hay que forzarse, el hecho de salir a hacer algo por hacerlo no funciona,hay que encontrar un reto, sobre todo aquello que te parece imposible, y empezar a dar los pasos necesarios para romperlo

6) Si te gusta comer, ponte a correr


El hecho de hacer ejercicio no implica el que bajes de peso, esto debe ser acompañado de una dieta para reducir tus calorías ingeridas y empezar a perder la grasa acumulada. Pero si estás en un peso adecuado y eres de los que te gusta comer bien y no sacrificar tus gustos,  el correr o hacer cualquier ejercicio ayudará a compensarlo.

7) Hay que disfrutar al llegar a la meta, pero sobre todo hay que disfrutar el camino.


El maratón no fue de 1 sólo día y de 42 kilómetros. En el entrenamiento fueron más de 60 sesiones acumulando más de 700 kilómetros y más de 75 horas en total. Cada una de estas sesiones fue dando su aporte para lograr llegar a la meta y sobre fueron un sinfín de experiencias que al finalizar cada una me iba dando la respuesta de que si se podía.

8) Los hábitos son la clave del éxito


Al inicio el proceso fue difícil, cambiar la rutina, levantarse más temprano, sacrificar reuniones para dormir temprano, el comer bien para tener energía, fue una etapa de convencimiento por lograr la meta, pero después de un tiempo todo se vuelve más fácil, te convences y más que tener que hacerlo, necesitas hacerlo para sentirte bien, llegas a un grado de sentimiento de armonía que no quieres perderlo, te siente mal no hacerlo por lo que haces lo necesario para no romper la rutina.

9)  En ocasiones hay que ser egoísta para buscar cumplir tus sueños


Mucha sveces cuando queremos iniciar algo buscamos la aceptación de los demás, incluso cumplir sueños o razones de alguien más. Y eso hace que dejemos de lado muchas oportunidades de hacer cosas diferentes. Muchas veces pensé por qué lo hacía?, a quien se lo dedicaría?, y al final decidí que era para mí y que era un gusto mío, un reto personal que me haría bien física y mentalmente, más allá de buscar ser reconocido o ser un ejemplo o ser envidiado. Si genera influencia positiva que bien, si genera pensamientos negativos cada quien, pero lo que me deja en lo personal es lo que me llevo.

10) Cuando corrí por primera vez una carrera supe por qué lo hace tanta gente.

 

En los entrenamientos y en las carreras puedes ver a gente corriendo sin tenis, totalmente descalzos, vestidos de superhéroes, aquel famoso corredor que se cree “árbitro” y está en todas las carreras, sacándole tarjetas amarillas y rojas al que él considera que no está haciendo bien algo. De todas complexiones, gorditos, delgados, fornidos, de todos colores, de todas las razas, de todas las edades. Mi parte favorita de las carreras es quedarme una vez que ya he acabado y ver a los que van llegando, si tienes oportunidad ve el final de una carrera y descubrirás el porqué de que la gente corre, pero si realmente quieres entenderlo tienes que sentirlo por cuenta propia, inscríbete a una y te aseguro que te volverás adicto a ese sentimiento que se repite en cada llegada a la meta.